La Escuela de la Felicidad:

“Aprendiendo a Ser Feliz”

Psic. Certificado Gustavo Carpintero Vega

El ser humano siempre ha perseguido la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que hay que anhelar. Pareciera ser que la felicidad se compone de pequeños detalles vivenciados en el día a día y quizá su principal característica son la autorrealización, la autosuficiencia y la capacidad de disfrutar (hedonismo) de forma consciente y voluntaria, cada ciclo de desarrollo en la vida.

La “Escuela de la Felicidad” de Sinergia “Centro Psicológico” S. C. tiene como propósito aportar al desarrollo de cooperanzas a las personas que les interese Aprender a Ser Feliz a través de un entrenamiento desde una mirada integradora de la psicología, educación y sexualidad humana (Carpintero Vega, G. & colaboradores 2012).

Como antecedente encontramos en que la antigua Grecia a muchos filósofos que inauguraron verdaderas academias de la felicidad con el fin de trasplantar los frutos de sus reflexiones a las cabezas de los discípulos. (Periandro Siglo VII aC.). El objetivo de aquellas enseñanzas consistía en formar el carácter de los pupilos de tal manera que les ayudase a vivir equilibrados y felices.

Bertrand Russell en su libro la “Conquista de la Felicidad” nos explica que la felicidad se logra y se aprende a ser feliz, como alguien aprende a tener buenos o malos hábitos.

Por muchos años la psicología se centró “de manera casi exclusiva” en los síntomas o enfermedades del ser humano bajo el supuesto de que lo positivo es irrelevante o “para algunos profesionales del área de la salud” es inexistente (Ryff y Singer a.1998).

Investigaciones recientes arrojan que tenemos un gen de la felicidad, este hallazgo nos da luz sobre las tendencias para la felicidad, infelicidad e indiferencia que se distribuyen a partes “relativamente” iguales entre una población. (Stefan, Klein a, 2004).

En México, vivimos en una cultura altamente negativa, catastrófica y culposa (Revisar a Santiago Ramírez, Octavio Paz, entre otros autores). Si los adultos llámense abuelos, padres o maestros viven quejándose, fijándose sólo en el aspecto negativo de las cosas, sintiéndose derrotados o agobiados ante los problemas y dificultades que enfrentan en su vida, el ejemplo que estarán dando al niño (léase niño o niña) es que debe de aprender a pensar y comportarse de la misma manera.

Por el contrario, si ellos son personas con actitudes positivas que ven el lado «bueno» de todo lo que les sucede; resuelven los problemas con entusiasmo, confiando en obtener éxito; disfrutan de la vida; ríen con frecuencia y son personas activas, los niños aprenderán de todo ello, mostrándose ante los retos que les ofrece la vida de manea más feliz. Recordemos que un niño aprende a través de la observación, la imitación y de la educación que recibe. Para ello, necesitamos:

  • Aprender a valorar el mundo que nos rodea; poner nuestra atención en los aspectos positivos y disfrutarlos.
  • Enfrentar los problemas y el sufrimiento con una actitud positiva, sabiendo que son pasajeros y que podemos aprender de ellos; vivir en el tiempo presente; conocernos a nosotros mismos para evitar conflictos internos y fortalecer nuestra autoestima.

La felicidad o satisfacción de la vida son conceptos con significados profundos incluyen alegría, compromiso, lucha, reto, incluso dolor. El hecho es que la alegría no repercute sólo en el espíritu, sino también en el cuerpo. La aflicción lo destruye, la felicidad lo regenera y vigoriza.

Ser feliz es alcanzar un estado de bienestar general, basado en sentimientos de paz y armonía internas, autoestima, optimismo y satisfacción personal, en el que los momentos positivos superan a los negativos y los logros predominan sobre los fracasos y en el que nuestra vida tiene un sentido y un significado.

La Escuela de la Felicidad de Sinergia “Centro Psicológico” es el espacio en donde se sensibiliza y concientiza a las personas desde la niñez hasta la adultez sobre la importancia de responsabilizarse en fomentar la cultura de la felicidad y satisfacción de la vida, revisando temas que promuevan el desarrollo y bienestar personal así como en las diferentes áreas de la vida familiar, escolar y organizacional, que les permita mejorar su amplitud del conocimiento, su visión, su memoria y del lenguaje en un sentido más positivo, en un marco de valores universales óptimo y derechos humanos (Carpintero Vega, G. a 2012).

Dentro de la Escuela de la Felicidad se imparten tres talleres de tres sesiones cada uno: Nivel I “Aprendiendo a Ser Feliz”, Nivel II “Reconociendo mi Felicidad” y Nivel III “Mi compromiso con el Mundo” siendo transcendental que cada participante organice su portafolios de emociones sobre historias: amor, diversión y logros. (Carpintero, Vega, Gustavo. & Ibarra, Pérez, Angel, colaboradores Sinergia “Centro Psicológico” S. C a 2013).

Durante el entrenamiento se revisa el Aprender a administrar tus tiempos donde se invita a reflexionar si estás dispuesto a desperdiciar estas veinticuatro horas, únicas e irrepetibles, con disputas o malos rollos. Consideramos que la vida es cómo un juego en el que debemos de aprender cada día y disfrutar al máximo organizando mejor sus tiempos. Los temas que se abordan se trabajan realizando los ejercicios como el incrementar emociones positivas de gratitud y optimismo, inspirados en Martín Seligman (1996), el creador de la Psicología Positiva y del concepto de “optimismo aprendido” e incluyen:

  • Llevarte bien con la gente, es el mejor antídoto contra la soledad. Recuerda que en lo afectivo recogemos lo que hemos sembrado. “Quien tenga más amigos con relaciones saludables vivirá más años”.
  • Actúa siempre según te dicta tu conciencia, al margen de si los demás te lo valoran o no. De este modo, tu conciencia estará tranquila y siempre te quedará la valoración interna, que es la más valiosa. No hay nada mejor que sentirse en paz consigo mismo.

La experiencia de Sinergia se puede constatar en los resultados obtenidos durante el trabajo realizado desde hace 2 años en los cuales se invitó a dos grupos a trabajar en un experimento de acción psicológica.

El primer grupo, integrado por diez personas diagnosticadas con depresión endógena moderada, durante tres semanas escribieron tres hechos de los que se sintieran agradecidos durante el día. Para que su ejercicio tuviera mayor impacto, se les pidió que intentarán variar constantemente los ámbitos en los que muestran gratitud: con respecto a su pareja, hermanos, padre, madre, su trabajo o escuela, y a sus logros personales, entre otros. Los resultados fueron sorprendentes al observar que las personas participantes habían mejorado notablemente su estado anímico, contrarrestando sus síntomas depresivos y, además, aumentando su sentido del humor. Vale la pena reafirmar que el practicar un deporte, asistir a psicoterapia, meditar, bailar, acompañado de una creativa visualización, ayudan a incrementar la salud física y psicológica de las personas disfrutando cada emoción positiva que le genere.

Al segundo, conformado por 22 mujeres que presentaban estrés, diagnosticadas con Síndrome de Burnout, se les pidió que durante 21 días, a cierta hora y lugar

determinados, cerraran sus ojos y recordaran actos que les produjeron momentos de felicidad, del día anterior; no importando ser actos sencillos o de experiencia elevada, debiendo de incrementar su capacidad de disfrutar cada sensación de elevación que estos actos les producen, repitiendo su “película” mental de 5 a 10 minutos cada día, respirando lenta, profunda y suavemente. Los resultados fueron favorables, a través de relatos verbales y por escrito, logrando que las participantes disminuyeran sus niveles de estrés y mejorando su capacidad de memoria, concluyendo que, sin duda alguna, la imaginación puede tener un efecto poderoso sobre su salud psicológica y del cuerpo.

Con estos aciertos podemos afirmar que las personas felices son más activas, sanas y permanecen ocupadas; son creativas y organizadas; se irritan menos que la mayoría de las personas; tienen expectativas y aspiraciones realistas; viven en el presente y valoran la vida, la naturaleza por ende, la felicidad.

Ser feliz no significa vivir en la carcajada en todo momento. Eso es imposible. Razón por la cual en Sinergia nos parece que sí es posible educar para la paz, las emociones y la felicidad.

Recordemos frases como:

“La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación” (Kant, Inmanuel).

“No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices”. (Stevenson, Robert Louis).

“Haz de tu vida un sueño y de tus sueños una realidad(Antoine Saint-Exupéry).

“Si no hay consciencia, no hay pensamiento, no hay movimiento” (Carpintero Vega, G.).

Finalmente “Aprender a Ser Feliz” es comprender que los problemas de los demás no son los tuyos, saber identificar lo que te gusta y lo que quieres alcanzar en tu vida; aprender a ser feliz es romper de manera creativa con la rutina, darte la oportunidad de mostrarte ante el mundo tal cual eres para convertirte en un ser que irradia felicidad del mismo modo que el sol irradia luz.

Bienvenido a la Escuela de Sinergia, al cambio que te conducirá a la puerta de los que muchos llamamos felicidad.

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E-mail: tavocave@hotmail.com
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